viernes, 19 de noviembre de 2010

Balotelli pide ayuda para combatir el racismo



"Yo solo no puedo hacer nada, todos tienen que hacer algo en contra del racismo", repitió Mario Balotelli, tras los abucheos en su contra y el cartel que decía "no a una selección (italiana) multiétnica".

"Yo estaba anoche muy decepcionado, pero reitero que no soy yo quien puede cambiar a estas personas", agregó Balotelli, quien afirmó que "no se trata sólo de racismo, sino también de estupidez".

Balotelli contó que jovenes que cuando él era niño lo atacaban en Brescia por su piel negra, tal vez le pidan autógrafos ahora si lo ven solo y que por eso eligió anoche no responder a ninguno de los coros racistas, en el partido que Italia igualó 1-1 con Rumania, en Klagenfurt.

El ex atacante de Inter, actualmente en Manchester City, de Inglaterra, respondió que habría sido "demasiado" irse del campo ante los insultos "de una decena de estúpidos" y, además, "era mi segundo partido en la selección".

Balotelli agradeció al DT Cesare Prandelli el abrazo simbólico que le dio en el campo, "un gesto que me gustó mucho" y opinó que en los estadios ingleses "hay más deportividad quizás porque las normas son más rígidas".

"El cartel (del no a la selección multiétnica) ni lo vimos, pero los cánticos contra Balotelli los escuchamos y lo siento mucho por él", dijo a su vez el argentino naturalizado Cristian Ledesma, quien debutó anoche con la selección italiana.

"Para mí fue igual emocionante debutar para Italia y espero que sea el primer paso", añadió Ledesma.

Balotelli es de padres ghaneses, Ledesma argentino y Amauri brasileño naturalizado, pero fue el primero el centro de los ataques, con un "buuu" permanente de fanáticos cada vez que recibía el balón.

"No son negros los jugadores italianos", cantaron a su vez decenas de hinchas, procedentes del norte de Italia y que fueron anoche al Hypo Arena de Klagenfurt, en Austria, escenario del pobre empate ante Rumania.

"Estoy enfadado, muy disgustado. Damos muchos discursos sólo para que ocurran cosas como esta. Pero el chico tiene que saber que cuenta con el aprecio de todos nosotros. Espero que ahora alguien tenga algún detalle con él...", pidió el DT Prandelli.

Balotelli, de carácter difícil, ya había recibido ataques cuando jugaba para Inter, aunque numerosos hinchas aseguraban que sus coros no eran racistas, sino de simple rechazo a los gestos del jugador. (ANSA).


Hinchas dicen que no es racismo


"No es racismo, es una opinión", se defendieron los fanáticos italianos obligados a plegar una bandera que se oponía a una selección "azzurra" multiétnica en el amistoso con Rumania del miércoles en Austria.

"Por qué debemos quitar esta bandera", preguntaron los hinchas cuando la policía austríaca y la italiana los obligó a retirarla en el estadio de Klagenfurt y por la que ahora están acusados 41 de ellos por racismo.

Son parte de un grupo de alrededor de 600 fanáticos, en su mayoría de la región noreste de Italia, aunque también los hay del sur, muchos de los cuales tienen además antecedentes penales por actos de violencia.

Todos ellos forman parte de la parcialidad que acompaña habitualmente a Italia en sus partidos en el exterior desde la Eurocopa 2004 y en cuyas consignas suelen afirmar "No hay negros en Italia" e "Italia sólo para los italianos".

Casi todos también se identifican con ideas de extrema derecha, aunque la justicia italiana asegura que de la investigación no surge una identificación directa con algún grupo político en particular.

Uno de los blancos de los insultos racistas de estos hinchas fue el delantero Mario Balotelli, descendiente de ghaneses, ex jugador del Inter y hoy en Manchester City e integrante de la selección italiana comandada por Cesare Prandelli.

Balotelli, que no es nuevo en esto pues en más de una ocasión fue objeto de insultos similares, volverá a Italia el 16 de diciembre para jugar frente a Juventus con el City por la Liga de Europa y todo hace presumir que los hechos se repetirán.

"No se qué más decir de esto. Así no se puede seguir. Ellos son los racistas, no yo, y por ende son ellos los que deben cambiar, no yo", se atajó Balotelli, quien agregó: "Yo sólo no puedo hacer nada contra esto".

Además de Balotelli, Italia presentó ante Rumania a otros "oriundos", como el italo-argentino Cristian Ledesma y el italo-brasileño Amauri, una tradición para nada nueva en la selección "azzurra".

Basta con recordar a los "oriundos" argentinos Luis Monti, Enrique Guaita o Raimundo Orsi, integrantes de aquella selección italiana que hizo historia conquistando las Copa del Mundo en 1934 y 1938.

Luego seguirían sus pasos sus compatriotas Miguel Montuori y Enrique Omar Sívori, el brasileño José Altafini y el uruguayo Juan Schiaffino, entre los más recordados y la mayoría de los cuales incluso llegaron a jugar antes en sus selecciones nacionales de origen. (ANSA).

Fuente: Ovación digital

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