Los afrodescendientes uruguayos acceden a la educación en menor medida que los no afrodescendientes, completan menos años de estudio que los blancos y luego obtienen salarios más bajos. Por ejemplo, el 46% de los adolescentes negros no asiste a clases, contra el 33% de los no afrodescendientes. Así, el círculo vuelve a cerrarse y se reiteran las inequidades que ya arrastraban sus padres, según datos de un estudio académico publicado en 2010.
Ahora, la Intendencia de Montevideo (IM) y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) lanzaron 20 becas para liceales afrodescendientes que, de acuerdo a lo publicado en el sitio web de la comuna, son un "estímulo" que "integra las políticas públicas de acción afirmativa dirigidas a la población afrodescendiente, que presenta índices deficitarios superiores al promedio en materia de rendimiento y permanencia en el sistema educativo".
Los alumnos de ciclo básico recibirán $ 800 mensuales entre marzo y diciembre, mientras que los de bachillerato tendrán un subsidio de $ 1.000 al mes. La beca estará supeditada a la asistencia de los alumnos, que serán seleccionados por la Unidad Temática por los Derechos de los Afrodescendientes de la IM.
"Beneficencia"
"En medio de una realidad socioeconómica y cultural terrible, otorgar 20 becas es por lo menos demagógico", sostuvo Néstor Silva, director de Comunicaciones de Mundo Afro. En cambio, lo que se necesitan son "medidas de fondo y estudios más serios", sostuvo.
El representante de Mundo Afro manifestó que estas propuestas podrían ser catalogadas como "acciones afirmativas" ("por algo se empieza", concedió) solo si estuvieran acompañadas por políticas a mediano y largo plazo. "De lo contrario, pueden ser contraproducentes y se convierten en un acto de beneficencia. Lo que buscamos es el verdadero desarrollo del colectivo", añadió.
Silva también sostuvo que "no alcanza con decir que los negritos están mal" si no se realiza una campaña de comunicación exhaustiva que "explique las raíces del racismo".
El representante de Mundo Afro agregó que no duda de las buenas intenciones que existen detrás de una medida como esta, pero afirmó que discrepan con el procedimiento. "Es como si tu hija tuviera apendicitis y le dieras una aspirina", graficó, e insistió en que actualmente no existe ninguna política nacional de fondo para revertir las consecuencias de la discriminación.
LA REPÚBLICA intentó dialogar con responsables del proyecto en la IM y el MEC, pero sin éxito.
Fuente: Legado Afro
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