jueves, 14 de julio de 2011

Afrodescendientes del Uruguay

Ignorando el aporte afro-aborigen y refiriéndose a los inmigrantes europeos, se dice popularmente que el germen de la sociedad uruguaya en su gran mayoría bajó de los barcos.

Con dolor debemos decir que también de los barcos negreros.

Pueblo africano traído contra su voluntad en forma cruenta, secuestrados con destino a ser piezas de mercancía, mano de obra gratuita al servicio de colonizadores que de esta forma hicieron fortunas incontables con las que hoy, su descendencia continúa imponiendo poderío económico, político, social y cultural.

Si bien no hay cifras exactas sobre las víctimas de las atrocidades cometidas en el llamado “comercio triangular” o sangriento tráfico esclavista entre Europa, África y América, expertos estiman que entre el siglo XVI y XIX, un total de cien millones de personas fueron desterradas. Durante el trasiego, aproximadamente la mitad murió de enfermedades físicas, asesinados o de simple tristeza.

Actualmente en Uruguay casi un diez por ciento son afrodescendientes.

Más de la mitad viven bajo la línea de pobreza, a igual trabajo se les paga treinta y cinco por ciento menos y las más perjudicadas del colectivo son las mujeres afro, predominantemente subempleadas o trabajadoras del sector doméstico. Hay acentuada deserción educativa en infancia y adolescencia, morimos en edades más tempranas, raramente se llega a niveles universitarios y la representatividad en sectores gubernamentales de relevancia política es excepcional.

Aún persisten desigualdades pues las desventajas son históricas y cinco veces centenarias, sin embargo, y a pesar de problemas operativos y de presupuesto entre otros, la administración progresista ha puesto en marcha distintas formas de inclusión como por ejemplo una unidad de desarrollo de la comunidad negra en la capital y una secretaría de la mujer afro en lo nacional.

Ha concluido el análisis del Plan Nacional contra el Racismo y la Discriminación en fase diagnótisco y propuestas, llevado adelante por el Ministerio de Desarrollo Social y el de Cultura en el Área DDHH. Iniciativa inédita a nivel de Gobierno de la cual damos lectura positiva esperando se traduzca en acciones concretas.

La propia actividad y sus resultados son señal de que se reconoce la existencia de la problemática concreta del racismo entre otros componentes discriminatorios y el tema afro en particular, dando cuenta de preocupación oficial por erradicar conflictos raciales y no sólo diferencias universales entre ricos y pobres.

El Estado se ha comprometido a incorporar en todas las políticas sociales la variable etnia-raza y se a introducido en las encuestas de hogares del INE y próximamente también en el Censo Nacional, la variable étnica.

Así y todo, es hora de que los negros y fundamentalmente las negras afrodescendientes ejerzamos ciudadanía efectiva en todos sus aspectos vinculados, aspirando a ocupar lugares de responsabilidad política como signo claro de pluralidad y democracia.

Si no estamos donde se toman las decisiones -en ocasiones es solo aplicar leyes y mecanismos ya existentes- quedan nuestros temas a merced de actores sin la debida sensibilidad e ignorantes hablando en términos de militancia afro.

Saludo a las mujeres por el Día de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora en el Año Internacional de las personas Afrodescendientes.

Susana Andrade - Atabaque

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