miércoles, 30 de noviembre de 2011

Inauguración de la Casa de la Cultura AfroUruguaya


Fuente: Leticia Rodriguez Taborda

Nuestra Casa Abierta- Inauguración de la Casa de la Cultura Afrouruguaya



Es verdad que los proyectos se hacen realidad cuando hay ideales, convicción, pasión y compromiso de muchos para encarar lo que al inicio solo parecen sueños.
La Casa de la Cultura Afrouruguaya es un lugar de encuentro.
Encuentro de los negros, negras, afrodescendientes con nuestra identidad, nuestras raíces y con el orgullo de ser quienes somos; con un origen, una historia y una cultura gestada en un largo camino en estas tierras con vivencias de injusticia, rebeldía, alegría, padecimiento, superación, creación y aportes a la conformación nacional que merecen conocerse, rescatarse de olvidos, ecopilarse, investigarse, valorarse… estar en un lugar al cual acudir para saber, compartir y recrear.
Encuentro de todas y todos los uruguayos con la riqueza de la diversidad de aportes que hacen a nuestra sociedad y construyeron el Uruguay como lo conocemos hoy, con sus bondades y contradicciones, con valiosas herencias y con deudas, con valores a rescatar y prejuicios como el racismo a erradicar y superar juntos por sobre diferencias.
Encuentro entre los afrouruguayos, individual y colectivamente, de las diversas organizaciones reunidas en un espacio común sin perder la identidad de cada cual, pero concertando propuestas y caminos para recorrer en común; signi­cado de comunidad que es lo que debemos construir para sentirnos parte, dentro de esa parte mayor que es el Uruguay que nos contiene.
El objetivo de la Casa es la recopilación, promoción y difusión del acervo y las diversas manifestaciones de la cultura afrouruguaya; ofrecer un ámbito de encuentro y desarrollo a la comunidad; e impulsar la formación, integración e intercambio con el conjunto de la sociedad uruguaya y las expresiones culturales que contribuyen a la identidad nacional, fomentando en el conjunto de la población valores de solidaridad contrarios al racismo y la discriminación.
Gestada en 2007 en el marco del Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial consagrado por la Ley 18.059 para el trabajo permanente por sus ­nes; promovida desde la sociedad y desarrollada en el marco de una política pública de la Intendencia de Montevideo con el apoyo invalorable de la cooperación española que la hizo posible, la Casa de la Cultura Afrouruguaya‑ está cogestionada a través de la asociación civil  y el Equipo de Gestión creados para ello, y la participación de diversas organizaciones de la
sociedad civil afrodescendiente en un Consejo Asesor que intercambia y propone sobre sus grandes lineamientos de trabajo para contribuir al desarrollo individual y colectivo en el marco de una agenda más amplia de promoción social. En ese sentido fue concebida como una herramienta de referencia, pertenencia, articulación, cooperación, promoción y visibilización de la comunidad Afrodescendiente, para la construcción de la equidad racial.
Probablemente el destino y mucho más que eso quiso que tras intentos y retrasos la inauguración de la Casa de la Cultura Afrouruguaya se diera en 2011, declarado por la Asamblea de las Naciones Unidas Año Internacional de los Afrodescencientes; en el Bicentenario del Proceso de Emancipación Nacional; un nuevo 3 de diciembre, día de la Cultura Afrouruguya y la Equidad Racial. Distinciones cargadas de memoria, simbolismo, reconocimiento y proyección
para nuestra gente, que recibimos como buenos presagios.
Queda mucha obra por hacer, por construir y transformar planes e intenciones en realidad, lo que será posible solo con el aporte mayor o menor de todos.
La casa está abierta.
*Edgardo Ortuño, Presidente de la Asociación de Amigos de la Casa de la Cultura Afrouruguaya

Fuente:https://perspectivaafrodescendiente.wordpress.com

Inauguración de la Casa de la Cultura Afrouruguaya


Sábado 10hs en Isla de Flores 1635 esq. Minas

En el marco del Bicentenario y del Año Internacional de los 
Afrodescendientes en 2011 se realiza una nueva edición del Día Nacional 
del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial, con diversas 
actividades, bajo la consigna “Por un Uruguay Solidario sin Racismo”.

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Sabado 3 hora 10.00: Inauguración de la Casa de la Cultura Afrouruguaya
Desde la hora 16.00: Des le de Llamadas por Isla de Flores, y Espectáculo Artístico al
cierre, en escenario ubicado en Isla de Flores y Minas frente a la Casa de la Cultura
Afrouruguaya, celebrando su inauguración.
Domingo 4 desde la hora 16.00: en el Teatro de Verano, tambores, feria y espectáculo
central con la actuación de Ruben Rada, Eduardo Da Luz, Bola 8, Underbrown , la
Calenda Beat, Kawe Calipso con Canto América de Costa Rica y desde Salvador de
Bahia, Olodum.
La conmemoración y celebración del 3 de diciembre, fue consagrada por el Parlamento en
2006.
Este año ha sido incluida en el calendario de eventos del Bicentenario en reconocimiento al
aporte de la población negra afrodescendiente al país.
La Ley 18.059 establece que esta fecha “será el marco para la valoración y difusión de la
expresión cultural denominada candombe, de la contribución de la población afrodescendiente
a la construcción nacional, y de su aporte a la conformación de la identidad cultural de la
República Oriental del Uruguay”, a la vez que “se considerará de interés nacional la realización
de actividades, acciones educativas y campañas de comunicación que contribuyan a dicho n,
promuevan el combate al racismo y la equidad racial, entendida como garantía de igualdad de
oportunidades y goce efectivo de derechos para todos los ciudadanos, con la consiguiente
superación de las inequidades que afectan a los afrodescendientes”.



DETALLE DE ACTIVIDADES
Sábado 3 de diciembre – Calle Isla de Flores
10.00 hs
Inauguración de la Casa de la Cultura Afrouruguaya – Isla de Flores 1645 esquina Minas
Acto Inaugural. Participan: Presidente de la Asociación de Amigos de la Casa de la Cultura
Afrouruguaya, Prof. Edgardo Ortuño; Intendenta de Montevideo, Prof. Ana Olivera; Embajadora
de España, Sra. Aurora Díaz Rato; y Ministro de Educación y Cultura, Dr. Ricardo Ehrlich.
11.00 hs
Panel con representantes de organizaciones de la sociedad civil afrouruguaya.
12.00 hs
Presentación del libro: “Cultura y Literatura Afrouruguaya” del Profesor Marwin Lewis;
Muestra Artística y brindis.
16.00 hs
Des le de Llamadas por calle Isla de Flores de Z. Michellini a Minas “del Medio Mundo a Ansina”.
NOMINA DE COMPARSAS EN EL ORDEN QUE DESFILARAN
22.00 hs
Espectáculo Artístico. Escenario Isla de Flores y Minas
Actuarán: Candombe de Gala, Tambor y Lero, Embembe, Senegal, Mi Morena Band, NBA,
La Candombera y El Biricumyamba.

1. Curumbe
2. Llamadas de Convención
3. La Zabala
4. Está sonando
5. Sarabanda
6. Las Panteras de Benguela
7. Integración
8. La Clínica
9. Kiamba
10. Retumbe de Encina
11. C 1080
12. La Fuerza
13. Candombe entre Amigos
14. Serenata Africana
15. Senegal
16. Mi Morena
17. Cenceribó
18. Tronar de Tambores
19. Lulonga
20. La Gozadera
21. La 14
22. Kilombo
23. Zumbaé
24. Makalé
25. Suawili
26. Sinfonia de Ansina
27. Mas que Lonja
28. La Llama Sigue Encendida
29. Yambo Kenia
30. Triniboa
31. Estrellas Negras
32. La Figari
33. Elumbé
34. Eleggua
35. La Jacinta
36. La Magia
37. La Tangó
38. Nigeria
39. Cuerdas de Ejido
40. Montevilonja
41. De Villa Española
42. Tucurumbá
43. La Melaza

DETALLE DE ACTIVIDADES
Domingo 4 de diciembre – Teatro de Verano
16.00 hs
Des le de Llamadas Rambla del Edi cio Mercosur al Teatro de Verano
NOMINA DE COMPARSAS EN EL ORDEN QUE DESFILARAN
17.00 hs
Feria de la Cultura Afrouruguaya. Stands de comparsas, organizaciones artesanías, libros, discos.
17.00 hs
Espectáculo Teatro de Verano. Participan: Luna y Tambor, Bola 8, Gonzalo Brown, Eduardo Da Luz,
La Calenda Beat, Ruben Rada, Kawe Calipso con Canto Amércia y Banda OLODUM.
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Entradas gratuitas: en ABITAB
Apoya: Presidencia de la República, Intendencia de Montevideo, ANTEL, ANCAP, BROU,
Cooperación Española: Centro Cultural de España – AECID
Organiza: Casa de la Cultura Afrouruguaya
El objetivo de la Casa de la Cultura Afrouruguaya es la recopilación, promoción y difusión del acervo
y las diversas manifestaciones de la cultura afrouruguaya; ofrecer un ámbito de encuentro y
desarrollo a la comunidad; e impulsar la formación, integración e intercambio con el conjunto de la
sociedad uruguaya y las expresiones culturales que contribuyen a la identidad nacional, fomentando
en el conjunto de la población valores de solidaridad contrarios al racismo y la discriminación.
Gestada en 2007 en el marco del Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad
Racial consagrado por la Ley 18.059 para el trabajo permanente por sus nes; promovida desde la
sociedad y desarrollada en el marco de una política pública de la Intendencia de Montevideo con el
apoyo invalorable de la cooperación española que la hizo posible, la Casa de la Cultura
Afrouruguaya está cogestionada a través de la asociación civil y el Equipo de Gestión creados para
ello, y la participación de diversas organizaciones de la sociedad civil afrodescendiente en un
Consejo Asesor que intercambia y propone sobre sus grandes lineamientos de trabajo para
contribuir al desarrollo individual y colectivo en el marco de una agenda más amplia de promoción
social. En ese sentido fue concebida como una herramienta de referencia, pertenencia, articulación,
cooperación, promoción y visibilización de la comunidad Afrodescendiente, para la construcción de
la equidad racial.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Muestra de Cine Afro







Hora
Martes, 6 de diciembre, 20:00 - 7 de diciembre, 23:30

Lugar
LORENTE Avda. Gral. Rondeau 1383 Montevideo

Creado por

Más información
ENTRADA LIBRE!!

20:00 Grupo Musical
Las hijas de Mandela

20:30 Film
“Batuque de Candombe 1811”
Uruguay 2011.
25 min. Documental.
Dir. Oscar D. Montaño
Es un documental que relata como pudo haber sido el origen ritual del Candombe hace 200 años. Con los papeles principales de Eduardo Da Luz y Chabela Ramirez y la participacion de 100 personas afro-descendientes. Dirigida por Oscar D. Montaño.

21:00 Film
“Tambores de Agua, un encuentro ancestral”
Camerún - Venezuela, 2009
75,15 min. Documental.
Dir Clarissa Duque
La historia de los Afrodescendientes Venezolanos desde su llegada a Venezuela se despliega cuando su protagonista consigue los tambores de agua, una práctica musical muy peculiar y de gran belleza. El mismo se convertirá en el vehículo de nuestra historia permitiendo el encuentro de dos continentes (África y América) en el sonar acuático de sus repiques. Destacando que no importa la distancia cuando las raíces son fuertes para perdurar a través del tiempo.

22:30 Mesa Temática
Diálogo sobre Políticas Culturales para la promoción de contenidos
afro-descendientes. Participan los directores de ambas películas (Uruguay - Venezuela)

Organiza: Cotidiano Mujer, Tenemos que ver - Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos Uruguay
Auspicia: Casa de la Cultura Afrodescendiente
Convoca: Ubuntu, Salvador, Asamblea Afrodescendiente, Atabaque
Apoya: Políticas Sociales - MIDES, Posada al Sur, TNU, TV ciudad, DerHumALC.




 Fuente: Face Tenemos Que Ver

Ley 18.059: Día Nacional del Candombe, la Cultura Afrouruguaya y la Equidad Racial


Uruguay 2011



Fuente: http://triangulacionkultural.blogspot.com/

El racismo según pasan los años


Los fenómenos de discriminación racial, tan en boga en estos tiempos en el fútbol, tienen antecedentes en épocas muy remotas y en varios deportes




Estadounidenses celebran en homenaje a sus hermanos negros





Mandela unió a Sudáfrica a través del rugby





Henry, abanderado de la lucha contra el racismo





Lazio fue multados varias veces por el comportamiento de sus hinchas





Owens humilló al régimen nazi que no pudo demostrar la superioridad de la raza aria en la pista



"Si gano, soy estadounidense, no afroamericano. Pero si hago algo malo, entonces se dice que soy un negro. Somos afroamericanos y estamos orgullosos de serlo. La América negra entenderá lo que hicimos esta noche”. Tommie Smith ganó en los Juegos Olímpicos de México 1968 la medalla de oro de los 200 metros en atletismo. Se subió al podio con guantes negros y cuando se ejecutó el himno de su país bajó la cabeza y levantó su puño junto a su compatriota y medalla de bronce John Carlos. El Black Power estadounidense, que peleaba por los derechos de la raza oprimida en el país de la libertad, llegaba al deporte. El público los abucheó cuando dejaban la pista. 

En los tiempos que corren es frecuente encontrar episodios de discriminación racial asociados al fútbol. 

El caso de Luis Suárez –acusado por Patrice Evra– está instalado en Uruguay pero es uno más en Europa donde existe una política regional para erradicar y combatir el fenómeno.  

Los fenómenos de discriminación racial se ven con frecuencia en el fútbol europeo por estos tiempos. El rebote de uno de estos casos llegó a Uruguay porque el acusado, por el francés Patrice Evra, es el delantero de Liverpool Luis Suárez. 

Pero un breve repaso por la historia del deporte permite ver que los fenómenos de racismo o de discriminación racial siempre han existido, filtrándose en los estadios como el inevitable reflejo del sentir de algunos pueblos. 

Ocurrió en Berlín 1936 cuando la Alemania nazi de Hitler pretendió demostrar la superioridad de la raza aria en los Juegos Olímpicos y si bien lideró el medallero general no pudo impedir que el velocista negro estadounidense Jesse Owens se consagrara como la gran estrella del evento.

En 1938, el boxeador peso pesado negro Joe Louis derrotó al alemán Max Schmeling en un duelo de alto voltaje propagandístico. Para Estados Unidos fue el triunfo de sus ideales, cuando los negros vivían segregados.

Otro boxeador, Jack Johnson fue condenado a prisión en 1912 por viajar en un ferrocarril con una mujer blanca.  

El contexto social explica así cada forma de discriminación según la época. 

El aberrante apartheid sudafricano impuso que el rugby era el deporte de los blancos hasta 1995. 

En el fútbol, la ley Bosman de 1995 abrió el mercado europeo a más jugadores extranjeros. 

Algunos episodios de discriminación racial son, desde entonces, auténticas demostraciones de xenofobia salpicadas por el rebrote fascista. 

Una facción de la hinchada de Lazio portaba una bandera que decía, con una esvástica: Auschwitz es tu país; los crematorios, tu casa. 

Estas manifestaciones llevaron a la UEFA y a la FIFA a promover campañas para erradicar el racismo. 

Inglaterra fue de los primeros en adoptar reglas internas. En 1993 se lanza la campaña “Let’s kick racism out of football” (Pateemos el racismo fuera del fútbol). 

Sin embargo, en la Premier League muchos franceses se quejaron de ser discriminados por su nacionalidad: Eric Cantona, Frank Leboeuf, Emmanuel Petit y Patrick Vieira. 

En Francia, millones salieron a la calle a festejar el Mundial de 1998 logrado por un plantel en su gran mayoría conformado por hijos de inmigrantes. 

La mayoría de la población gala, según una encuesta, era discriminadora. 

España, a partir de la década pasada, fue un epicentro de la discriminación futbolera. Imitar el ruido de los monos cuando los jugadores de color tocaban la pelota o tirarles bananas se hicieron comunes.  
Varios clubes desfilaron por la Federación a pagar multas en euros.

El caso de Suárez está en pleno proceso en Inglaterra. Justo un uruguayo. Los que en 1916 recibieron una protesta de Chile en la primera Copa América por alinear a “dos africanos”: Isabelino Gradín y Juan Delgado.


 Discriminados

Argentina
Los desbordes del folclore
En una conferencia de prensa en 1999, el entonces entrenador de River Plate, Ramón Díaz (foto), dijo que su equipo iba a recibir el apoyo de todos los argentinos ante Deportivo Cali. ¿De los de Boca también?, le preguntaron. “Dije de los argentinos”, contestó aludiendo a que el equipo xeneize cuenta con muchos seguidores de la comunidad boliviana. En ese país, el argentino Néstor Craviotto, DT de The Strongest, también denunció racismo cada vez que los equipos de La Paz visitan a sus pares de Santa Cruz de la Sierra y en Cochabamba.

Lazio
Una hinchada problemática
En los últimos años la UEFA y la Federación de fútbol italiana multaron varias veces al club por comportamientos de sus hinchas, cuya facción mayoritaria se autoproclama fascista y lleva banderas con esvásticas.

España
Multas por doquier
El 17 de noviembre de 2004 la UEFA multó a España en US$ 83.000 por imitar el sonido de los monos cuando los jugadores ingleses de raza negra tocaban la pelota en partido de selección. También sufrieron multas varias clubes con facciones duras (ultras) por mostrar comportamientos semejantes, como los de Real Madrid, Málaga, Getafe, Zaragoza, Valencia, Hércules o Atlético de Madrid. Los árbitros de los partidos tienen potestad para informar este tipo de conducta de los hinchas.

Serena Williams
Una multa por insulto racista
La tenista Serena Williams, número 1 del mundo en la clasificación femenina, tuvo que pagar una multa de US$ 175.000 a la Federación Internacional de Tenis por las brutales amenazas e insultos a una jueza de línea –de ascendencia asiática– en  el US Open 2010.

Samuel Eto’o
Se fue de la cancha en 2005
El delantero camerunés es uno de los más combativos a la hora de defender sus derechos. En 2005, con Barcelona, enfrentó a Zaragoza y dejó la cancha a causa de los insultos. El año pasado, jugando para Inter, hizo parar un partido ante Cagliari al que multaron con 25.000 euros.

¿Y en Uruguay?
La visión de un camerunés
El zaguero Alain Yomby dijo a El Observador que en la cancha “me dicen ‘negro de mierda’, ‘asesino’, ‘criminal’, ‘andá a correr animales al África’; me gritan de todo pero es por ignorancia, por cuestiones emocionales o para desmotivarme, pero yo no me lo tomo a mal porque sé que el hincha uruguayo no es racista”. Antoinne Helha, con Boston River, le gritó una vez un gol a la hinchada de Progreso, harto de sus insultos. El juez lo expulsó.

Fuente: El Observador

Racistas, pero “blandos”



El episodio vivido por Luis Suárez reabrió un debate que incomoda

Las palabras que le propinó el futbolista Luis Suárez a Patrice Evra, de origen franco-senegalés, refiriéndose a su condición de “negro”, en medio de un partido de la liga inglesa, desató una polémica que sobrepasó los límites futbolísticos. Para algunos, la reacción de Suárez responde a patrones culturales, ya que la sociedad uruguaya padece de un racismo naturalizado que perpetúa la situación de vulnerabilidad social de la comunidad afrodescendiente.    

Sacarle la importancia
Para el sociólogo Rafael Porzecanski, especialista en estudios de etnicidad y raza, cualquier comentario que identifique a una persona por su color de piel y se le degrade por esa condición es “una agresión de corte racista”, aunque no necesariamente la persona que profiere el insulto sea “activamente” racista en todas las esferas de su vida. Lo calificó de “racismo blando”. Sin embargo, “cuando en una cancha se grita gordo, judío o negro de mierda se está de alguna forma retransmitiendo una creencia popular donde se le asigna un valor negativo a ciertos atributos físicos, fenotípicos o étnicos de una persona”.

La tibia condena hecha por el subsecretario de Industrias, Edgardo Ortuño, sorprendió a las organizaciones afrouruguayas. Ortuño, también afrodescendiente, dijo que confía en que Suárez “dice la verdad” cuando afirma que no ha ofendido a su rival. Además, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) informó que el vicecanciller Roberto Conde garantizó todo el apoyo diplomático ante la investigación abierta en la Federación Inglesa. Otros futbolistas, periodistas deportivos y gente de a pie también lo han defendido bajo el supuesto que dentro del campo de juego los códigos son distintos. Por ejemplo, Marcelo Tejera, quien jugó para Southampton en 2005, comentó: “El problema lo tiene la persona que recibe el comentario, no el que lo hace. Evra le está buscando la vuelta porque no se siente bien. Acá es común porque no hay racismo”. Pasó inadvertido pero también la Sub 17 fue acusada de racismo por gestos que imitaban a simios contra la selección de Congo durante el Mundial de México. 

El propio presidente de la FIFA, Joseph Blatter, expresó que los jugadores pueden tener “enfrentamientos” pero deben terminar en un apretón de manos al final del partido, lo que contradice la campaña que lanzó la organización contra el racismo durante el Mundial de Sudáfrica y la existencia de numerosos casos de insultos entre jugadores e hinchadas (ver Racismo en el fútbol). La polémica se agrandó cuando George Galloway, ex diputado inglés, acusó a Uruguay de ser “el país más racista del mundo entero”.

Para Noelia Maciel, coordinadora del movimiento afrodescendiente Ubuntu, la minimización del caso Suárez termina siendo “un triunfo para el consenso social de que la sociedad uruguaya es igualitaria”, cuando, por ejemplo, todos los días alguien en el ómnibus la mira de reojo y no se sienta a su lado. Y criticó: “La blanquitud es muy corporativa”.

Mirar para otro lado
El no reconocimiento de la desigualdad entre afros y blancos es de larga data. Si solo se cuenta a partir de la abolición de la esclavitud son 149 años de segregación solapada. Según Porzecanski, la falta de un “racismo oficial” como sucedió en Sudáfrica y EEUU no favoreció la emergencia de movimientos afro-descendientes en la esfera política ni que la identidad étnico-racial no constituya solamente por una opción personal. “Resulta contradictorio”, reconoció el sociólogo. También influyó que no haya territorios poblados mayormente por afrodescendientes y que las uniones interraciales sean frecuentes. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 60,5% de los hombres afro se une con mujeres de ascendencia blanca. A juicio del sociólogo, esto ha colaborado para generar una mayor invisibilidad del colectivo. Las ideologías que han pregonado la igualdad social también han hecho su parte. “Hasta muy recientemente se creía que los afrodescendientes están peor que el promedio de la población por el legado esclavista pero no por la permanencia del racismo”, agregó.

Evidencia estadística: el 39,6% de los afrodescendientes vive en hogares pobres, superando en más de 20 puntos la incidencia de la pobreza en el resto de la población. Para los niños, esta tasa se eleva a más del 55%. Magdalena Furtado, economista del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), señaló a El Observador que se trata de una “acumulación histórica de inequidad”. En materia de empleo, los afrodescendientes trabajan más años pero su salario medio por hora de trabajo es 29% menor en comparación con el resto de la población y, a su vez, el 37% se ocupa en trabajos no calificados, según cifras difundidas por el Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social (ver infografía).  
A juicio de Maciel, “después de la abolición, la gente siguió haciendo lo mismo”, es decir, siguió desempeñándose en changas, o como vendedores ambulantes o en el servicio doméstico. Los afrodescendientes consultados coincidieron en que un ejemplo de la discriminación laboral cotidiana es que no se ve personal negro en atención al público en supermercados o tiendas del shopping. Valentina Miños, de 29 años, integrante del movimiento juvenil de Mundo Afro, lo afirmó: “No entramos en lo que es buena presencia”. Una amiga suya es educadora en un Caif pero el primer día fue confundida con la cocinera. 
La participación afro en rubros profesionales es mínima: 6% para las mujeres y 2% para los hombres. Así, para Tabaré Pintos –un pintor que participó de la campaña de Ubuntu para promover la identificación afrodescendiente en el censo–, “te van acorralando”.  

Con todo, Javier Díaz, directivo de la Asociación Cultural y Social Uruguay Negro (Acsun), ve que el racismo que se practica en Uruguay –además del “blando” que señaló Porzecanski, naturalizado pero no por ello ni correcto ni aceptado por las víctimas– es estructural.  “Uruguay no se reconoce como racista. La tendencia a decir que somos el fruto de Europa central a lo largo de la historia ha hecho que se niegue la rica influencia africana. Hoy a ninguna nación le cae en gracia decir que las familias más importantes gestaron su capital en la trata de africanos esclavizados”, manifestó.

Problema disimulado
La naturalización del problema racial es tan grande que Díaz indicó que ningún blanco percibe como “malos tratos” anteponer la palabra negro al nombre de un conocido, aun cuando se haga de forma cariñosa. “Que muchos afrodescendientes no lo manifiesten no significa que sea aceptado por ellos”, aclaró. Los afrouruguayos consultados por El Observador relataron con fastidio que alguien les diga la clásica frase integradora de que tienen “un amigo negro” cuando ellos no hacen distinción entre sus amigos rubios, gordos o de cualquier tipo.

Díaz también denunció que las maestras no realizan ninguna “intervención educativa pedagógica” cuando un niño insulta a otro por su color de piel como sí lo hacen cuando el agravio se refiere a la condición sexual. “El castigo y la intervención es ahí inmediata”, criticó. 
Rocío, de 11 años, conoce muy bien esto. Según Gabriela Rocha, su madre, son incontables las veces que le han dicho que es una mona y que rechazan jugar con ella. “El racismo lo sufre de una forma cruel y morbosa”, dijo a El Observador. Cada vez que ha ido a hablar con las maestras le han dicho que exagera y los padres de los niños le juran que no se trata de comentarios despectivos contra la comunidad afro. Cosas de niños, le dicen. No obstante, los insultos calan hondo en la autoestima. Tanto que Rocío ha querido dejar varias veces la escuela. O tanto que el sobrino de Pintos, de solo 4 años, prefiere que le digan que “es mezcla” y no “negro”.

Según Maciel, las personas afro se colocan en un lugar pasivo, por el que entienden que no son sujetos de derecho, o adoptan estrategias de asimilación para no destacarse en el grupo. “Nosotros mismos permitimos el racismo”, reflexionó. En este sentido, la coordinadora de Ubuntu reclamó mecanismos de defensa más efectivos que la actual Comisión Honoraria contra el Racismo, la Discriminación y la Xenofobia que funciona en el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).

La secretaria técnica de esta oficina, Alicia Saura, explicó que la mayoría de las denuncias corresponden a afrodescendientes que alegan haber sido víctimas de conductas racistas o discriminatorias en el ámbito laboral, educativo y social. La Comisión tiene la potestad de realizar denuncias penales, o en su defecto, elabora un informe que es enviado a las autoridades competentes, pero su carácter es solo de recomendación y no es vinculante. A la larga, los casos quedan archivados, sobre todo por la falta de testigos. Así sucedió con el juicio por discriminación que entabló Luciana Sampaio contra una joven que le espetó “negra sucia” en un ómnibus.   

Afirmaciones positivas
El presidente José Mujica recientemente anunció que en 2012 su gobierno impulsará un proyecto de discriminación positiva en materia de educación para jóvenes afrodescendientes. Este año se concedieron becas para estudiantes liceales en situación de vulnerabilidad extrema. Saura informó que el MEC tiene previsto establecer nuevos cupos para apoyo económico y se impulsará un acompañamiento de tutores para liceales.  

En materia legislativa, la bancada del Frente Amplio aprobó un proyecto de ley impulsado por el diputado Felipe Carballo para que se disponga el 10% de las vacantes laborales del Estado para este colectivo y se incluya el mismo requisito para las empresas que se benefician por la ley de Inversiones.

Para Furtado, economista de la Unfpa, es difícil visualizar hacia el futuro un cambio de la situación de desigualdad sustentado en aspectos educativos ya que es posible constatar una cierta herencia entre las generaciones: “La brecha de educación es de al menos dos años y persiste en las generaciones con la misma intensidad al comparar el nivel educativo de los padres con el de sus hijos”, dijo.

El desafío de la tolerancia
Al final, la acusación del inglés Galloway, líder del partido de izquierda Respect tras ser expulsado de las filas laboristas, si bien dramatizada, es en gran parte cierta. La sociedad uruguaya peca de un racismo significativo pero disimulado que reproduce la desigualdad y la pobreza de la comunidad afro. “Mi experiencia ahí fue que el racismo contra el pueblo negro es endémica”, dijo a El Observador, al considerar el exterminio “despiadado y casi completo” de la población nativa. No obstante, achacó el título del país más racista del mundo al país más racista que ha visitado porque, por ejemplo, “nunca (ha) estado en Paraguay” y su país no puede ser considerado un “modelo de virtudes”.  Para Porzecanski hay una cosa clara: “Si el camino que escoge la sociedad uruguaya (y lo que sería peor el mismo Estado) es defender a ultranza a quienes dicen ‘negro de mierda’ en una cancha de fútbol, evidentemente no vamos en el camino correcto a convertirnos en una sociedad más justa y tolerante”.

Fuente: El Observador

La segregación cotidiana


Afrodescendientes relatan situaciones en las que son víctimas todos los días

“No me toqués, negra sucia”, fue lo que escuchó Luciana en pleno ómnibus. El insulto vino de una joven blanca y rubia que estaba sentada junto a la ventana y que quería bajarse. Minutos antes ya había manifestado resistencia a la compañía de esta mujer brasileña (instalada en el país hace 12 años) al arrinconarse contra la pared para no tener contacto físico. “Ella me humilló sin conocerme. Me hizo pasar una vergüenza que nunca voy a olvidar. Por mí y por todos los negros del mundo tenía que hacer algo”, dijo Luciana a El Observador. Lo que hizo fue bajarse del ómnibus, tomarla por el brazo y llevarla delante del primer policía que vio. Adelante del oficial la chica reconoció sin tapujos que era racista y, en la seccional más próxima, volvió a decir que se lo había dicho por negra porque, a diferencia del comisario que levantaba la denuncia, también afrodescendiente, ella era mucho más negra. Quedó 24 horas detenida. Pero la Justicia no pudo hacer nada al respecto. El juicio que entabló Luciana por discriminación (y que un juez catalogó como violencia doméstica) está estancado hasta que no se presenten dos testigos. “Si yo pagué el boleto, Cutcsa se tendría que presentar. No quiero plata. No quiero nada. Solo quiero que ella pague por la ley de antidiscriminación”, por lo menos, con trabajo comunitario, comentó. Luciana manifestó que Brasil es menos racista que Uruguay dado que cuenta con mecanismos de protección y hay más oportunidades laborales para los afrodescendientes.
“Me ve un policía y me mira como sospechoso”
Tabaré Pintos, pintor
“Voy al shopping y me siento perseguido por los guardias. Me ve un policía y, por ser negro, ya me mira como sospechoso”, dijo Pintos a El Observador. Las miradas inquisitorias se hacen mayores cuando va del brazo de su pareja, una mujer de tez blanca. La relación fue más resistida por su familia que por la de ella. “No solo los viejos sino muchos jóvenes afrodescendientes creen que la forma de fortalecernos es no mezclarnos con los blancos”, relató. Sus tres hijos son mestizos. La más chica, la de 14 años, rechaza ser identificada como afro y prefiere que le digan que es “morocha”. Su sobrino, de 4 años, hijo de su hermana negra y su cuñado blanco, pide que le digan que es “mezcla”. Su mamá es la única afrodescendiente y por eso en la escuela recibe burlas. “Las situaciones de racismo son constantes. Pero, a diferencia de los niños, uno ya tiene la cintura y la cabeza para enfrentarlas”, expresó Pintos. Este pintor trabaja en una asociación civil del barrio Hipódromo con niños afrodescendientes para que reafirmen su autoestima. “Siempre nos ningunean. Los hombres son tratados como fuerza fruta y la negras como trabajadoras de burdeles. ¿Qué papel histórico se les enseña a los chicos?”, increpó.
La discriminación en la escuela
Gabriela Rocha y Belén, madre e hija
Gabriela ha ido varias veces a la escuela de su hija Rocío para hablar con la maestra porque sus compañeros le dicen “mona” y le hacen gestos. Siempre se lleva la misma respuesta: que no exagere. Pero la pequeña “sufre de una forma cruel y morbosa”, dijo su madre.
Su hija mayor, Belén, también sufre de acoso, pero a los 16 años ya sabe defenderse. Sin embargo, Belén confesó a El Observador que muchas veces se preguntó si no sería mejor tener la tez blanca. “Pensás en perder los orígenes pero, de alguna forma, siempre te lo hacen notar”, señaló.
Gabriela agregó que muchos de sus conocidos afrodescendientes contestaron que su ascendencia era blanca cuando fueron censados este año. Ella entendió que lo hicieron para, al igual que el racismo en la sociedad, pasar desapercibidos. “Es que no sabés cómo te miran”, contó a El Observador. Por eso entiende que la defensa del futbolista uruguayo Luis Suárez, en el enfrentamiento con el francés Patrice Evra, hecha por figuras del gobierno es “aberrante”.
También por eso mismo Belén declara tener “miles de enfrentamientos”, incluso con sus amigos que le dicen que es una “costumbre del país” referirse despectivamente hacia los negros pero sin ánimos de ofensa. Hace poco le dijeron que se tenían que ir de un baile porque estaba “lleno de negros”. Y agregó: “La gente discrimina sin saber la carga y el daño que eso produce”.
“No entramos en la buena presencia”
Valentina Miños, estudiante
“Si yo no digo ‘blanco de mierda’, ¿por qué me tienen que decir negra de mierda?”, se preguntó Valentina, una estudiante que participa del movimiento juvenil de Mundo Afro. También le chocan las expresiones de oveja negra, o trabajo en negro, o la clásica “yo tengo un amigo negro” para reflejar diversidad y tolerancia. Para ella, la sociedad uruguaya demuestra su racismo todos los días. Hasta con el vocabulario más simple y hasta con aquel que se considera afectivo. Sino no podría ser que cada vez que ella o sus amigas buscan trabajo, solo consiguen para cuidar niños, trabajos zafrales o de domésticas. Valentina denunció que no hay afrodescendientes atendiendo el público en ningún supermercado o tienda céntrica de Salto, su departamento de origen, ni tampoco los ve en Montevideo. Muchas veces presentó su currículo para un trabajo en el que estaba calificada y tras las entrevistas le dijeron que “no daba con el perfil”. La única opción que le queda es pensar que por su color de piel “no entra en lo que es buena presencia”. Y acusó: “La sociedad tiene el concepto de que los negros somos de segunda categoría. Todo el mundo lo toma como natural y pasa desapercibido y, lamentablemente, los afrodescendiente lo sienten así. Seguimos siendo los postergados, los invisibilizados”.

Fuente: El Observador

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