sábado, 7 de julio de 2012

Serena ganó su quinto título por aclamación






Serena volvió a uno de sus lugares favoritos para reconquistarlo. La menos de las hermanas Williamas ganó su quinto Wimbledon tras venceré 61 57 62 a la polaca Agniezska Radwanska y sumó su decimocuarto cetro de Grand Slam.

Desde la tribuna, como es habitual, la miraron y aplaudieron sus padres y Venus, también campeona cinco veces en La Catedral.

Pocas chances tenía la polaca, ante una jugadora avasallante durante todo el torneo, y que además contaba con la ventaja extra de que Radwanska había sufrido fiebre y problemas respiratorios, incluso tan grandes que no pudo terminar una conferencia de prensa previa al día de la final porque no podía casi hablar.


La polaca, primera tenista de esa nacionalidad en llegar a la final de un torneo de Grand Slam en la Era Profesional, ya conocía el sabor del triunfo en el All England, ya que había sido campeona junior en 2005. “Guardo grandes memorias de ese año y también de este”, dijo entre lágrimas en la premiación.

“No puedo describir este momento. En algún momento pensé que ya no volvería a jugar acá”, dijo recordando que a partir de Wimbledon 2010 la persiguieron lesiones.

“Hace un par de años estaba en el hospital y ahora estoy acá, con el trofeo. Estoy muy feliz”, agregó.

Como es habitual, antes y durante el partido, muchas miradas se fueron al cielo. Los organizadores se arriesgaron a disputar el partido con el techo abierto, para no quitarle la tradición a un torneo en el que la lluvia parece acorralarlo cada año un poco más. Incluso tuvo algunas demoras por el mal tiempo.


Limpieza espiritual

Hace no mucho más de un mes Serena había perdido en la primera ronda de Roland Garros. Desesperada, desesperanzada, volvió a entrenar para redimirse en el césped de Wimbledon, el mismo al que regresará dentro de unas semanas para buscar una nueva medalla olímpica, justamente junto a Venus.

Su saque fue letal y autoritario. Conectó en total 102, superando las marcas masculinas sumando los 17 que sufrió Radwanska.

A sus 30 años, después de lastimarse un pie con un vidrio en un hospital y hasta incluso de manejarse que no regresaría a las cancha durante su prolongada ausencia, Serena es la segunda tenista más veterana en llevarse el plato de campeona, siendo superada en ese ranking únicamente por Martina Navratilova, campeona en 1990 a sus 33 años.

Justamente la checa nacionalizada estadounidense la observó desde la tribuna.

En su camino al título, Serena estuvo casi afuera ante Zheng Jie, a quien derrotó 97 en el tercer set, y ante Yaroslava Shvedova, a quien venció 75 también en el set definitorio.

Sin embargo luego se llevó los partido de cuartos de final y semis en sets corridos ante Petra Kvitova, la campeona defensora, y Victoria Azarenka, quien disputaba el primer puesto mundial.

Fuente:  Ovacion







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